A veces los pianos, debido a su uso o simplemente al paso del tiempo, pueden sufrir el deterioro de alguno de sus componentes. Esto conlleva la necesidad de su reposición por otros nuevos y de las mismas características. Es importante que ésta intervención sea realizada por un técnico-afinador de pianos cualificado, ya que es la única garantía de que se realice correctamente.
La reparaciones más frecuentes suelen ser la sustitución de cuerdas y bordones (cuerdas entorchadas con hilo de cobre en la zona izquierda del piano) rotos.
También son frecuentes la sustitución de muelles rotos y piezas de fieltro del mecanismo desgastadas o deterioradas.
Así mismo puede ocurrir que los aplacados de las teclas (las piezas blancas que cubren las teclas, habitualmente de marfil en los pianos antiguos) estén deteriorados, rotos o a veces perdidos en varias teclas. En esos casos la solución ideal es instalar un juego nuevo de aplacados en todo el teclado. El aspecto y el tacto del piano cambian totalmente y son similares a los de un piano nuevo.
Otro problema frecuente es el que ocurre cuando los ejes de las piezas móviles del mecanismo no se mueven con la soltura correcta. Si están torpes impedirán que los martillos golpeen a las cuerdas con normalidad y habrá notas que no suenen o que no ejecuten la repetición con velocidad. Si los ejes están demasiado flojos esto producirá ruidos dentro del piano e imprecisión en el golpeo de las cuerdas. La solución habitualmente consiste en la sustitución de los ejes y a veces la lubricación.
Restauración Completa de un Piano
En el caso de pianos de gran valor, principalmente pianos de cola, o también de pianos con valor sentimental, existe la opción de realizar una restauración completa del piano. En ese caso se sustituyen todos los materiales envejecidos del piano por elementos nuevos.
En primer lugar se desmonta completamente el piano y se retiran los componentes a sustituir. Se realiza una limpieza completa del interior del piano. Posteriormente se procede a lubricar los elementos que soportan rozamientos.
Al restaurar un piano las cuerdas y bordones, las clavijas, las cabezas de martillos, los fieltros del mecanismo y del teclado, etc. son sustituidos por juegos nuevos de las mísmas medidas y características.
Llega el momento de la regulación. Todos los componentes del piano son ajustados en altura, posición, recorrido, peso, fuerza, etc. para que el funcionamiento total sea perfecto.
Más tarde se procede a entonar los martillos para ajustar el brillo y la calidad de sonido del piano.
La afinación es el último eslabón del proceso, dando como resultado un rejuvenecimieto completo del piano, que en el aspecto sonoro y de tacto del teclado recupera las características del momento de su fabricación. Un buen restaurador de pianos consigue que el piano suene tan bien como cuando era nuevo.